La adolescencia es una de las etapas más importantes del desarrollo de las personas. Es el momento en el que la personalidad de nuestros hijos comienza a manifestarse con todo su potencial y también un periodo en el que se producen importantes cambios físicos que influyen en el comportamiento. Con frecuencia se producen en esta etapa enfrentamientos entre padres e hijos que hacen sufrir a ambos.

Este tipo de conflictos tienen implicaciones emocionales y afecta no sólo a los progenitores e hijo o hija adolescente, sino también a terceros, como los hijos, abuelos, amigos, etc.

ConflictMapp puede ayudar a padres e hijos a entenderse, a buscar soluciones constructivas. ConflictMapp ayuda a comprender de forma objetiva el conflicto, aquello que nos “enfrenta” al otro. Nos ayuda además a comprender la dimensión subjetiva del mismo, es decir con quién lo tenemos, a quien afecta directa o indirectamente, quienes podrían ayudarnos a resolverlo y a quien le interesa que no se resuelva. Así como a identificar los sentimientos e intereses que están en juego.

La comunicación es una de las herramientas clave para resolver cualquier conflicto. Tu capacidad de hablar con el otro, así como de negociar, comprenderle, empatizar, escuchar activamente, buscar soluciones, etc. facilitarán su solución.  ConflictMapp te ayudará entender cuáles son las habilidades clave para solucionar cualquier conflicto, así como tu forma de enfrentarte a ellos, pues cada uno de nosotros entendemos el conflicto de forma diferente y en función de esa visión del conflicto nos acercamos a él de forma distinta.

Además, los conflictos generan costes no sólo económicos, sino emocionales, reputacionales, de calidad de vida, de oportunidad, etc. Con ConflictMapp reflexionarás sobre los costes derivados de tu conflicto y así podrás medir mejor las consecuencias del no acuerdo y del acuerdo.

ConflictMapp puede lograr su máxima utilidad si la otra parte en conflicto también lo utiliza. Por ello, una vez que pruebes la herramienta y compruebes su utilidad, te aconsejamos que invites a los otros implicados, el otro progenitor, tu hijo o hija. Si él o ella realizan también su mapa, ambos podréis reuniros y mantener una conversación constructiva que sirva para tender puentes y resolver diferencias.